San Mamés fue un duro palo para el Mallorca. Perder el pasado martes por 3-0 ante los leones hizo que saltaran las primeras críticas y voces de alarma en la isla. Se acusó al equipo de blando, inexperto e inoperante en ataque. Y con razón. Pero ese toque de atención parece que hizo entender al equipo que sin esfuerzo y sacrificio, sus cualidades no son lo suficientemente extensas como para ganar partidos. Era el momento de redimirse ante la afición, de demostrar que se había aprendido la lección. Son Moix estaba expectante por saber si vería el Mallorca fiable que se veía en casa o el inexperto que se veía fuera.

La sorpresa saltaba antes del partido: Pau Cendrós, que había cumplido sobradamente en los tres primeros partidos y que se había mostrado más fallón y acomodado ante el Athletic Club, era sustituido en el once por Edson Ramos ‘Ratinho’. El lateral, que había recibido el transfer esta semana después de que Serra Ferrer ganara el litigio ante su equipo de procedencia, el Bunyodkor, veía recompensado su tesón en los entrenamientos. Cuajó un esperanzador debut y demostró ser un lateral más completo que Cendrós. Y de paso Laudrup enviaba un mensaje a los más jóvenes, como represalia por lo de Bilbao: quien no se esfuerce al máximo no tiene sitio en este Mallorca. Así, Sergi Enrich y Pina, que habían contado con bastantes minutos en este inicio de campaña, veían represaliado lo que el entrenador consideraba un bajón de intensidad y se quedaban fuera de la convocatoria.

El inicio mallorquinista fue eléctrico: el equipo salió en tromba a buscar el gol, y se vio desde el saque inicial. Martí, De Guzman, N’Sue y el propio Ratinho fueron los protagonistas del comienzo, que culminó a los 8 minutos con el primer tanto: recibe Cavenaghi un balón en el área, amaga hacia a la izquierda, se va por la derecha y cruza un zurdazo imparable para el ágil portero Bravo. El argentino se estrenaba y callaba muchas bocas de los que ya criticaban su fichaje. El gol dio tranquilidad al juego del Mallorca, que a partir de aquí se dedicó a tocar, siempre con criterio e intención, anulando por completo a la Real. Martí llevó la manija del centro del campo de forma espectacular en los primeros 45 minutos y el equipo lo agradeció.

Pero no todo podían ser buenas noticias: a la media hora de partido, en una jugada fortuita, Nunes se torció el tobillo izquierdo en una caída y tuvo que ser retirado en camilla. Estará de baja unas tres semanas. A pesar de esto, no se notó la baja del portugués en defensa, que se vio suplida con acierto por Rubén (que estuvo a punto de ser expulsado por doble amarilla merecida). En la reanudación el Mallorca cedió voluntariamente el balón a una Real Sociedad que no sabía qué hacer con él. Con Xabi Prieto y Tamudo anulados, Griezmann poco inspirado, y De la Bella más preocupado de proteger las acometidas de N’Sué y Ratinho que de dar profundidad desde la banda, el equipo de Laudrup se dedicó a esperar atrás hasta tener su oportunidad. Y le llegó en un córner lanzado por De Guzmán, cabeceado por Víctor en el primer palo y que Cavenaghi, a placer, empujó dentro de la portería. El argentino marcaba su segundo tanto y redondeaba lo que fue una feliz tarde en Son Moix que acabaría sin más incidencias, sólo empañada por la mala noticia de Nunes. Estaba claro que no todo podía ser de color de rosa.

1 comentarios:

  1. Gran victoria del Mallorca, así es lo que deben jugar en los próximos partidos sobre todo fuera.

    Saludos.

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