Difícil y complicado partido el que ha jugado hoy el Real Mallorca en el Ciutat de Valencia y que le ha servido para acercarse un punto más a la ansiada meta de la salvación. Un empate conseguido gracias al tesón y las ganas que pusieron los de Michael Laudrup (sobre todo en la primera mitad) que pudieron incluso ganar el partido antes de llegar al descanso pero que un hoy inspirado Munúa evitó de todas las formas conocidas. Finalmente fue un autogol del 'amigo' Sergio Ballesteros el que le dio a los mallorquinistas los 35 puntos que le dejan a un paso y medio la permanencia matemática y que, dados los resultados, alejan hasta nueve la diferencia respecto a los equipos que hoy bajarían a Segunda División. Hoy todo han sido buenas noticias. Y podrían haber sido mejores.
Se la jugó de salida Laudrup e introdujo los cambios que todo aficionado mallorquinista hubiera introducido, a tenor de sus últimas actuaciones: Aki y Tejera se ganaban una oportunidad en el once en detrimento de los acomodados Castro y Pereira, alejados las últimas jornadas de su mejor fútbol. Las modificaciones tradujeron al Mallorca en un equipo con ganas de morder desde el primer minuto. Con hambre. Multitud de ocasiones durante los 25 minutos de Aki, Nsue y Webó, ésta última que acabó estrellándose en el palo del Levante tras una sublime vaselina del africano. Pero, cosas del fútbol, el primero en marcar fue el equipo valenciano, en la primera ocasión que chutaba a portería. En un córner mal rechazado por el equipo balear, el rebote le cayó a Juanlu que, ni corto ni perezoso, la endosó en la base del palo lejano de Aouate que, a pesar de estirarse prodigiosamente, no puro parar el duro chut.
El 1-0 continuó en el marcador hasta más allá del descanso, cuando el míster mallorquinista reconoció que el japonés Aki no estaba para jugar más que una parte y, después de la reanudación, lo sustituyó por Pereira. El francés cambió el paso a su equipo, que de nuevo, volvía a inclinar el terreno hacia la portería de Munúa. Tras diversas llegadas, una falta en la frontal botada por Ramis la desviaría Ballesteros de cabeza intencionadamente y se alojaba en las mallas sin que el meta levantinista pudiera hacer más que mirar y lamentarse por su mala fortuna. Justicia poética para un ex jugador del Mallorca que utilizó todo su repertorio de malas artes, ese que tanto conocen los aficionados mallorquines.
El gol no fue suficiente para los baleares, que apretaron fuerte los dientes hasta el minuto 75, cuando se acabó la gasolina. El bajón físico fue tan evidente que por primera vez el equipo de Luis García podía erigirse como dominador del choque. El conjunto bermellón resistió como pudo las embestidas, gracias sobre todo al buen hacer Ramis y Nunes, y el equipo sumó un casi agónico punto. Otro más que coloca la permanencia en el horizonte. El equipo ya ve la línea de meta y quiere cruzarla lo antes posible. Éste punto se hará bueno si se consigue vencer ante el Zaragoza el sábado. La tan conocida media inglesa. Sino seguro que los más oportunistas se acordaran de las claras ocasiones marradas hoy.
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Un punto más y la salvación está casi conseguida. Vamos Mallorca!
ResponderEliminarCarlos
http://futbolyotrasdrogas.blogspot.com
Punto a punto y paso a paso el Mallorca va logrando su objetivo , no era fácil la visita al Ciutat de Valencia donde los granotas no estaban sacando malos resultados .
ResponderEliminarUn saludo