22.9.10
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Estoy hablando, aunque parezca extraño, del partido de Bilbao. De la derrota clara y abultada ante el Athletic. Y sí, puedo decir que me gustó el Mallorca. Lo cojo con pinzas, porque realmente es complicado afirmar eso; a nadie en su sano juicio le pudo gustar, tras un resultado tan amplio y merecido. Sin embargo, sí que puedo decir que hubo cosas que me gustaron, detalles que me hacen ser optimista, sensaciones de que no todo está tan mal como creemos ahora, y que podemos mirar con cierta ilusión a nuestros futuros partidos fuera de casa.

Todos sabemos que el Mallorca carece esta temporada de un medio centro creador, un futbolista que pueda jugar más entre líneas, dar el último pase, encontrar el hueco donde parecía que no estaba. Por eso, va a ser complicado llevar la iniciativa del encuentro con una consecuencia positiva. En casa, por empuje y por casta, se podrá lograr; pero fuera de casa, imposible. No hay mimbres para ello.

También somos todos conscientes de que la línea fuerte del Mallorca es la defensa. Más que la línea, el juego defensivo es nuestra mejor virtud, pues Martí y De Guzman también ayudan, y mucho. Nunes es de los mejores centrales de la Liga; Rubén o Ramis son un perfecto complemento al portugués, Cendrós está creciendo a pasos agigantados, y Ayoze es un buen lateral, que cumple con excelencia en sus labores. Y de Aouate no hace falta hablar; un portero que tiene poco que envidiar a los más grandes.

Partiendo de estas premisas, la táctica que dispuso Laudrup en San Mamés me gustó. Basarse en el juego defensivo y salir con velocidad arriba. Dejar que el contrario tenga la pelota, y en cuanto se recupera, lanzar el ataque de una forma veloz y muy directa. Sin perder tiempo, sin toques de más. Martí es un especialista en esa transición, no tanto De Guzmán. Y los tres medias puntas son tres puñales: la velocidad, frescura y movilidad de Nsue, Pereira y Chori Castro pueden causar muchos estragos en las defensas rivales. Luego, Cavenaghi debería ser el finalizador, aunque de momento está lejos de lograrlo. Pero ese es otro tema...

Vale, ante el Athletic no salió bien. Hubo diversos factores que influyeron. El primero de todo, que es un campo muy complicado, y eso hay que tenerlo en cuenta. Luego, falta rodaje; era el primer día que se llevaba a cabo esta idea futbolística, y además Pereira aún está tomando el pulso a la categoría y Castro no anda en su mejor momento de forma. Por último, y lo más importante, el 1-0 llegó justo antes del descanso con mucha, mucha fortuna por parte de David López. La verdad, me hubiera gustado ver cómo se desenvolvía el Mallorca en la segunda mitad de no haber existido ese gol, con el Athletic con la necesidad de ir a por el partido. Obviamente, desde que el rival se puso por delante, ya no hubo opción de reacción, básicamente porque no hay mimbres para ello.

Pero yo me quedo con los primeros 44 minutos, y la verdad es que veo motivos para ser optimista. Me gusta ese juego "a la contra", muy directo, muy inglés, muy, tal y como comentaba en mi blog personal, como juega el Newcastle, y el resultado de momento le está saliendo muy bien. La diferencia está en que las urracas llevan ya dos años con este sistema, mientras que nosotros, apenas un partido.

Por eso, si Laudrup sigue apostando por este sistema fuera de casa (en la isla será complicado que un Racing, por ejemplo, vaya a llevar la iniciativa), el concepto madura, y los jugadores dan lo que más o menos se puede esperar que den, el Mallorca puede hacer cosas interesantes. Son muchos condicionantes, cierto, pero nada que se escape de lo posible. Quizá me deje llevar por la ilusión, pero de verdad que ayer, durante varios minutos, vi a un equipo que puede lograr puntos fuera de casa. Confiemos.

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