Cuando el Mallorca arrancó con un empate en casa ante el Real Madrid, y además dejando una buena imagen, todo el mundo alabó a los canteranos del equipo; hasta cinco jugadores de la casa fueron de la partida, además de la entrada en la segunda mitad de Pina y Pereira. Pero de repente, en la jornada posterior, tras perder en Gijón, estos jugadores ya no eran válidos para Primera División, y jugar con tanta gente de la casa iba a resultar un problema.
A la semana siguiente se logró la victoria en casa ante Osasuna; ¡qué grande! ¡jugando bien y con ocho canteranos! ¡qué buenos son! Fue lo que se dijo. Duró poco; a los tres días, severa derrota en Bilbao, y otra vez con lo de que tanto joven junto no puede ser bueno, con tanta inexperiencia no podemos ir a estadios como San Mamés, etc.
Ahora, después de dos resultados positivos, en casa ante la Real Sociedad y sobre todo en el Camp Nou, de nuevo lo de los canteranos es la hostia, con perdón. Especial dimensión toma el partido ante el Barcelona, en el que la defensa, la mejor línea del encuentro, era en su práctica totalidad nueva y mallorquina. ¿Y ahora qué? ¿Hasta cuándo durará esto? ¿Y si caemos en casa ante el Espanyol?
Ni tanto, ni tan poco, señores. Ni todos los canteranos del equipo son unos cracks, ni van a ser todos unos paquetes. Ni es un seguro de vida jugar con tanta gente de la casa (aunque nadie duda de que es algo muy bonito), ni eso significa que el equipo vaya a ser un desastre, entre otras cosas porque por muchos novatos que haya, la columna la siguen formando Aouate, Nunes, Ramis, Martí y un buen delantero (este año, Cavenaghi), lo que permite al resto jugar con mucha tranquilidad.
Ahora bien, una cosa está clara: tampoco hay que volverse locos ensalzando la política del club de apostar por gente de la casa, ni tan siquiera la de Laudrup. Es cierto que hemos pasado de una situación en la que el entrenador prefería poner a un ex futbolista en el campo con tal de no contar con un canterano, a otra en la que se salta al Camp Nou con Martí Crespí debutando en Primera y Kevin cumpliendo su cuarto partido. Pero no es tanto por decisión técnica ni por decisión de política de club, sino que más bien es algo que ha venido impuesto por la deplorable coyuntura económica del Mallorca.
No quiero con esto criticar ni desilusionar a nadie; simplemente, tampoco quiero que me vendan la moto de que este proyecto se ha hecho así porque se confiaba en la cantera. Se confiaba en ella, cierto, pero porque no había más remedio. No nos engañemos, ¿acaso no preferiríamos la mayoría a Mattioni en el lateral derecho que a Cendrós? ¿o a un delantero de mayor calidad que a Víctor o Sergi Enrich? Pero, como no había dinero para ello, se ha confiado en la cantera. Y olé, de verdad, pero que no nos digan que ha sido por voluntad propia.
Y es que lo de los canteranos no deja de ser un cara o cruz. Algunos tienen pinta de que van a ser muy buenos, como N'Sue; otros, de momento, transmiten menos confianza, como Sergi Enrich, Pina o Cendrós, a quien Laudrup ha relegado al banquillo nada más poder contar con Ratinho. Los hay ya totalmente consagrados y convertidos en pieza clave del equipo, como Ramis y Martí, y otros que apuntan cosas pero que aún tienen que madurar, como Pereira. Por último, los hay que han llegado para tapar huecos en momentos puntuales, que de hecho es para lo que suele servir la cantera durante una temporada; es el caso de Martí Crespí, en principio el cuarto central del equipo, y Kevin, ascendido hasta la titularidad tras las lesiones de Ayoze y Corrales, pero con el que todo indica que volverá a la suplencia en cuanto el tinerfeño se recupere. Eso sí, si cumplen tan bien como lo han hecho hasta ahora, tendrán muchas más oportunidades y, quién sabe, puedan quedarse más adelante en el equipo inicial.
Pero no olvidemos que ese es el objetivo de la cantera, ayudar al primer equipo cuando sea necesario, y que luego algunos de esos futbolistas se queden en la plantilla, cuando sea justo y merecido, no que esos jugadores de la casa compongan en su mayoría el equipo titular. O al menos no en un año, no en tan poco tiempo. Por eso, cuando de repente Laudrup alinee, por ejemplo, a tres canteranos de inicio, que nadie se venga abajo, y cuando juguemos con siete de inicio y se pierda, que nadie se venga abajo.
Con la cantera hay que tener mucha paciencia y, sobre todo, saber cuidarla. Y ahí entramos todos: entrenador, futbolistas, directivos, periodistas y aficionados. Quien sabe, quizá de este modo también se pueda lograr el otro propósito de las categorías inferiores más allá de los resultados, que no es otro que el de ayudar al club a ingresar dinero; ese es más complicado, pero para nada descabellado. Como bien dijo cierto periodista de IB3, "N'Sue es quien nos sacará de la deplorabale situación económica en la que nos encontramos". Que así sea...
Grandísimo artículo, tienes razón hay que darles más margen, no serán cracks pero son jugadores muy válidos
ResponderEliminarEs cierto. Es innegable, que el proyecto se ha hecho con lo que hay. Con lo que se ha conseguido (muy meritorio el fichaje de De Guzman), con la amistad por Rivaldo y confiando en su criterio de que los brasileños valían y consiguiendo la cesión de Cavenaghi,con un poco de suerte, ya comentada de su relación con Lux y que apareciera disponible... el resto es lo que había. Confiar en nuestros "chicos". Unos viniendo desde Segunda B, otros de cesiones en Segunda. No sé si es un proyecto, un experimento, una aventura...
ResponderEliminarYo era más partidario de haber reforzado el plantel más con veteranos. Sobre todo, dos opciones interesantes y sencillas que hubo en el mercado, fichar a Cortes libre y renovar a Julio Alvarez. Pero Serra apostó por el no, y de momento, no existe queja posible.
Hasta ahora han cumplido. Y el equipo marcha. Efectivamente mantiene su columna vertebral (en la que por cierto Nunes ha empezado más flojo, pero el nivel de los otros centrales ha sido altisimo), Nsue tiene una pinta estupenda y De Guzman, que parece tener galones de mando solo cuenta con 22 años están cuajando un fenomenal inicio.
Ala, a mi me resulta imposible no mirar hacia atrás. Descubrir a Kevin te demuestra la inutilidad que fue fichar a Corrales (por 1 millón de euros), Cendros (que a mi me ha gustado en los primeros partidos, pese a haber perdido el puesto) es mejor que Josemi (cualquier cosa es mejor que Josemi) o que Molinero. La existencia de Pezzolanos, Callejones, Jordi Lopez que desangraron la economía del club podía haber sido suplida con gente del filial. Incluso tener como tercer (o cuarto) central a Ruben, por muy bien que lo haga, sigue siendo un disparate carisimo.
Yo estoy convencido, que si Manzano no solo se hubiese preocupado de enriquecer y colocar mierda, y hubiera promocionado a UN solo canterano por año, la situación del Mallorca sería mucho más desahogada. Y posiblemente este año podríamos estar jugando la UEFA que la conseguimos sobre el terreno de juego.
Esperança económica per el club??? Pereira, si explota, Nsue.... i Kevin, si el renoven, que sino sen va "gratis".... Ah, i Rathiño i Joao victor.
ResponderEliminarDe entre tots aquests, esper que el club faci alguna bona venta!!!!
Felicidades por el artículo Tolo, muy acertado...
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