Todos con Cavenaghi

De cada vez son más las voces mallorquinistas que se alzan contra nuestro delantero Fernando Cavenaghi. Y, la verdad, algunas de ellas no están faltas de razón, pues el argentino, salvando el encuentro en casa ante la Real Sociedad, no ha hecho prácticamente nada en lo que llevamos de Liga. Sin embargo, esas críticas no nos van a llevar a ningún lado, antes al contrario; por eso, ahora más que nunca, hay que estar con él.

Primero de todo, porque es lo único que tenemos ahora mismo. No disponemos de otro delantero capaz de marcar goles, a no ser que alguien piense que Víctor, Webo o Sergi Enric es mejor que él, algo en lo que discreparía seriamente. Así que no nos queda otra que, a falta de soluciones, seguir confiando en él. No hay duda de que en otro equipo con mayor competitividad en ataque Cavenaghi ya estaría sentado en el banquillo, pero ese no es el caso aquí, por desgracia.

Por otro lado, tampoco creo yo que sea todo culpa suya. El argentino es un delantero de área, que no sabe bajar para fabricarse sus propias ocasiones, sino que su fuerte es saber esperar en el área cual cazador espera pacientemente a su presa. Y ahí el chico no ha fallado. No recuerdo yo ningún error clamoroso, ningún uno contra uno desaprovechado. El caso es que no le llegan los suficientes balones (como siempre, por el problema creativo del Mallorca en los últimos metros, aunque ese es otro tema), así que, sin discutir el bajo rendimiento que está ofreciendo Cavenaghi, tampoco le podemos echar toda la culpa a él. Al menos, no de momento.

Por último, no hay que olvidar que el futbolista llegó a última hora en forma de cesión, es decir, por coste cero. Estoy convencido de que pocos delanteros de su nivel hubieran recalado en el club de forma gratuita, así que tampoco podemos lamentarnos por su fichaje. Otra cosa es que, vistas las características de la plantilla, quizá hubiera sido más necesario un delantero de otro perfil, que participe más en el juego de equipo, que pueda bajar a recibir un balón y caer a las bandas. Pero no había mucho donde elegir, y el de Cavenaghi, a priori, era un gran fichaje. Y aún puede serlo, por qué no.

Lo que está claro es que ahora mismo no podemos lanzarnos todos en contra del argentino, porque realmente es tirarnos piedras contra nuestro propio tejado. El delantero centro es, seguramente después del portero, el rol que más depende del estado anímico, de la confianza en uno mismo; y teniendo en cuenta que el torito será nuestra principal referencia en ataque sí o sí en esta Liga, no nos conviene para nada entrar en un debate crítico que pueda minar su moral, sino todo lo contrario. Lo necesitamos a tope, con ilusión, con seguridad en sí mismo, y los aficionados también debemos transmitirle esa seguridad. Sólo así llegarán sus goles.

Por eso, desde aquí le damos toda nuestra confianza y nuestro apoyo a Cavenaghi. Seguro que no nos arrepentiremos.