Orgullosos y con motivos

Todo el mallorquinismo debería sentirse muy orgulloso con el momento del club. A pesar de todos los problemas que tiene la entidad, sobretodo la situación financiera con el actual concurso de acreedores. El club sigue luchando en una de las mejores ligas del mundo defendiendo los colores haya por donde va.

No creo que hubiera ningún mallorquinista que sinceramente pensará tras el último ascenso a la máxima categoría en la temporada 96/97 que el Mallorca no hubiera descendido hasta este año el 2010, que a no ser que pase algo muy grave tampoco sucederá esta temporada. Por eso hay que estar contentos. Además, el mantener la categoría tiene más valor en el club de la isla porque cada verano tiene que reestructurar la plantilla y no se dispone de dinero para realizar fichajes importantes.



Pero esta temporada hay que estar realmente contentos porque a pesar de la situación económica y el cambio de entrenador, de Manzano por Laudrup. Sigue habiendo buenos resultados. Ahora el club ha cambiado de filosofía apostando claramente por la cantera, se ha reestructurado la plantilla en su mayor parte confiando en jugadores de la casa. Con los ejemplos de: Nsue, Tomás Pina, Pereira…Resulta increíble el caso de este último, un jugador de la calidad que tiene Pereira no contarán para el anterior entrenador ni para llevarlo convocado. Aunque claro no hay que olvidar que la principal característica de Manzano era su nula confianza en la cantera. Otro de los problemas que tenía Goyo era tirar los partidos contra los grandes, con el ejemplo claro de alinear 5 defensas contra el Madrid en casa y justo al empezar ya iba perdiendo el Mallorca por 0-1, este año se ha solucionado con creces, ya que ahora el Mallorca se le apoda el “Mata gigantes” por haber empatado contra Barça y Madrid y haber ganado contra el Valencia y Sevilla a domicilio.

Sí, este año el Mallorca juega bien, o al menos lo intenta; su principal baza son los canteranos y tiene un entrenador que es sincero y no tiene miedo de admitir sus errores, y todo esto sin un duro en la cuenta y con una deuda importante. Sí, parece que en la isla hemos tenido suerte, por eso hay que sacar pecho y pavonear ante el resto que el Mallorca es tu equipo. Por eso no me olvido de ese cántico que dice: “Cuando yo me muera, quiero mi cajón, pintado de rojo y negro, como mi corazón”.