El Mallorca empezó con buen pie su andadura en esta temporada 12/13, ganando en casa a un rival siempre complicado como es el Espanyol de Mauricio Pochettino. EL partido fue el típico partido de pretemporada, con poca intensidad defensiva y facilidades para los atacantes, con la salvedad de que había en juego los 3 primeros puntos del campeonato.

La falta de nombres en ambos equipos (el Mallorca ha dejado una vez más los deberes para el final y aún faltan 2 centrales y un delantero para apuntalar el equipo), el fuerte calor, el hecho de que fuera un sábado de agosto (con muchas cosas mejores que hacer que ir al fútbol), y la hora (23:00), hicieron que en Son Moix no se juntaran más de 8.000 personas (12.000 según el club, desmentido por muchos de los que estuvieron allí). Un dato que no por repetirse jornada tras jornada desde hace demasiados años debería pasar inadvertido.

El partido antes de empezar amenazaba a tostón: dos equipos sin apenas gol que tenían todavía sus plantillas cogidas con alfileres. Seguramente por eso sorprendió el inicio insualmente animado del partido. Hemed tuvo la primera, que remató en plancha y paró Christian, y la segunda, que esta sí envió a la red tras acertado chut de media vuelta en un centro servido por Nsue. Una grata sorpresa a la que Wakaso respondió en el 5' anotando el empate. Un  rebote en la pierna de un ayer desacertado Antonio López niveló la balanza. Aunque habían salido con más intensidad los baleares, el partido fue perdiendo paulatinamente hasta llegar al descanso. Lo más destacable, los errores defensivos en ambos bandos.

La reanudación deparó un encuentro en el que los visitantes cada vez veían más cerca iniciar la Liga puntuando en un campo que no les es demasiado favorable, y se sentían cómodos. Pero en los cambios fue donde Joaquín Caparrós le ganó la partida a Pochettino. Mientras el de Utrera reforzó su centro del campo (Joao por Márquez y Martí por Pina), el argentino fue quitando punch a su equipo, sentando en el banco, por miedo a que fuera expulsado, al autor del gol blanquiazul. El ex del Villarreal tuvo una pugna dura con Ximo durante los minutos que estuvo sobre el verde, pero el debutante lateral mallorquinista hizo gala de un buen posicionamiento sobre el campo para salir indemne del duelo.

El también jugador del B y también debutante, Marc Fernández, fue el tercer cambio y dio un aire diferente al ataque. Más intensidad para no conformarse con un mísero empate, teniendo los tres puntos a un solo golpe de remo. Y así fue: Pereira recogió un balón rebotado en el vértice derecho del área espanyolista, se la puso para engatillarla con la derecha y se topó con la escuadra; el rebote le cayó a un siempre atento Hemed que marcaba y de paso se reivindicaba ante los rumores de la venida de un delantero para arrebatarle el puesto. Sin duda la mejor noticia de ayer para el mallorquinismo es pensar que tal vez haya delantero en el israelí y que quizá no sería tan necesario un 9 como un segundo punta o un banda. Tras el partido, Serra Ferrer parecía tenerlo claro: "El delantero que llegue tendrá que ser muy bueno para superar a Víctor y Hemed". Pues eso, que con dos delanteros y Álvaro que parece que pasará por el quirófano, tal vez un 9 no sea necesario, pero sí alguna pieza que dé opciones arriba. Como se suele decir, que las ramas no nos impidan ver el bosque.